
Los mitos más extendidos sobre abogados penalistas
Una de las profesiones más desconocidas quizás sea la de abogado penalista, si bien es cierto que en los últimos años los ciudadanos han podido conocer de forma más concreta el sector.
Pero sin embargo queda aún mucho camino por recorrer, alguna prueba de ello la podemos encontrar en las encuestas que se publican periódicamente en el Consejo General de la Abogacía Española o en las diferentes series o películas que vemos a diario en plataformas como Netflix.
Con el siguiente post pretendemos aclarar ciertos “mitos” que se ven comúnmente y que pueden hacer mella en la relación abogado-cliente.
1- Los abogados conocen en totalidad el derecho aplicable
Cuando acudimos a un abogado generalmente damos por hecho que este cuenta con los conocimientos técnicos suficientes para resolver el asunto, independientemente de la especialidad a la que corresponda.
Los abogados realizan un constante proceso de actualización, por lo que es prácticamente imposible que conozcan ab initio justo el conocimiento técnico que necesitamos.
2- Al conocer perfectamente el derecho no hace falta que hagan un trabajo concienzudo ni que se preparen para los asuntos
Si damos por hecho el primer mito, creemos que un abogado es más o menos lo mismo que el buscador de Google. Por tanto no veremos el ingente esfuerzo que desarrollan nuestros abogados penalistas para asistirnos o a defendernos.
3- Los abogados son muy caros
Uno de los peores mitos a los que se enfrenta este sector es a la falta de transparencia en cuestión de honorarios. Contratar el servicio de un abogado penalista no nos costará tanto como en principio creemos, y mucho menos si se trata de demostrar nuestra inocencia.
4- Los abogados se deben identificar con las emociones del cliente
En muchas ocasiones creemos que nuestra propia batalla debe ser la del abogado, consideramos que nuestro abogado debe sentir lo mismo que nosotros ya que solamente así realizarán de forma eficaz nuestra defensa.
Así vemos al abogado prácticamente como nuestra proyección solamente que con todos los conocimientos legales que nosotros no tenemos y que nos permitirán lograr el resultado deseado.
Por este mito vemos con malos ojos por ejemplo, que abogados de ambos bandos se traten cortésmente, porque reflejamos nuestras propias emociones sobre ellos.
5- Si ganamos el juicio es mérito del abogado, si lo perdemos será culpa suya
Desconociendo los factores internos del caso, las debilidades y fortalezas podemos erroneamente aplicarle el mérito a nuestro abogado. Si pudiéramos ver los datos de un juicio como si se tratase de cartas de una jugada veríamos todo más claramente, dependiendo de ellas (y usando la habilidad del jugador) podremos ganar o perder.
6- Mejor contratar un abogado veterano a uno más jóven
Un mito que suele estar bastante extendido entre todos los sectores, no solamente se encuentra entre los abogados. Contratar a un abogado penalista joven frente a uno más veterano significa una derrota segura.
El talento y la dedicación con la que puede defender un abogado nuestro caso no depende de su edad sino de la pasión con la que se tome su profesión y la preparación con la que lo haga.
Es por ello, que cuando acudamos a un profesional no debemos juzgar su edad como un posible factor decisivo en el resultado final del proceso judicial. La experiencia sí que es un grado pero esta no está ligada con la edad.
Así, perfectamente podremos encontrar abogados jóvenes que cuentan entre su historial con más casos ganados que otros abogados que se llevan dedicando a su profesión décadas.
Si queremos elegir bien lo mejor es mirar con detalle los casos que ha llevado, su página web (ya que será la carta de presentación) y sobretodo la actitud con la que nos reciba, la atención personalizada y la implicación en el caso es imprescindible para que termine en final feliz y justo para todos.
- Published On : 7 meses ago on junio 29, 2020
- Author By : Carmen
- Last Updated : junio 29, 2020 @ 1:41 pm
- In The Categories Of : Abogados
- Tagged With : abogado penalista, abogados penalistas, derecho penal